14 noviembre 2012

En busca de las huellas del Argentinosaurus en la Patagonia argentina (VI parte)


…Me giré, miré a Abdul,  y al mirarle recordé lo que dijo Tristán Tzara: ¡Mírenme bien! soy idiota, soy un farsante, soy un bromista. (...) "


-¿Qué haces con ese pendiente? -le pregunté al ver un pequeño brillante en su oreja-.


-¿A que está bien eh?


-Sí, si vas a ir a un concierto de George Michael. Porque supongo que sabes que lo llevas en la oreja  derecha, la de los gays.


-¿Qué?


-La oreja izquierda dice: soy el tío guay  de la disco…la derecha dice: Uuuujuuuu, soy el tío gay de la disco.


-No, no…eso no es así.


-Como quieras. Tú mismo. Bien, dejemos el pendiente.  Ahora Abdul Bagud del oasis de Baghera Yijad quiero que me expliques un par de cosas. Vamos por la primera dime que…


-Un momento Tony Pashá-interrumpió él-. Primero explícame  tú  por qué no viniste a sacarme del trullo aquella noche cuando te llamé a la una de la madrugada.


-¿En el trullo? ¿Quieres decir en la cárcel? -Preguntó Methe, bastante sorprendida-.


-Sí, bueno, todo fue un malentendido. El profeta Mahoma, las bendiciones y la paz sean con él es testigo de ello -dijo Abdul-.


-Estaba en el trullo por escándalo público y por pegar a un tipo en un bar. Pero solo fueron unas horas -dije yo-.


-¿Unas horas? 36 horas…36 horas en aquella celda llena de orines.  Dijiste que venías enseguida. ¿Lo has olvidado, Tony Pashá?


-Vale, Abedul…pero  no creo que a Methe le interese esta historia, ¿verdad? -Dije mirándola a ella-.


-Oh sí…ya lo creo que sí.


-Oye, comprendo tu enfado Abdul, pero deberías ponerte en mi lugar.


-No me digas, ¿y qué lugar es ese?


-Me dormí, eso es todo.  Ya sabes, Abdul,  que me entra sueño después de echar un quiqui.


-¿Como pudiste, Tony Pashá?... ¿Como pudiste dejar a tu mejor y más fiel amigo pasar la noche en la cárcel?


-Ah, venga ya,  eran los calabozos de la comisaría de Pedralbes… los conozco muy bien. Si le das al guardia 20 euros hasta te trae un cafelito.


-Nunca llevo tanto dinero encima, y tú lo sabes -replicó enfadado Abdul-.


-Además solo fue una noche, nadie te ha desflorado ¿a qué no?


-No, eso ser verdad. Si al final todo  va a ser maravilloso. Aunque si el motero transexual de mi celda hubiera sido un poco cariñoso mi vida ahora seria perfecta. Oh Tony Pashá,  como pudiste ser  tan cruel...


-Eh, eh… había ligado con una camarera de club “Movemos el culito”. Me llevó a su casa, se puso esa lencería tan sexi y estaba tan guapa… y sabes Abdul que odio desperdiciar una erección, va en contra de mi religión.


-No puedo creer que abandonaras a tu mejor amigo cuando te necesitaba. Es horrible-dijo Methe-.


-Me hablas como si fuera un delincuente… el que la lió parda en aquel local fue él, no lo olvides-dije yo-.


-Por qué te detuvieron Abdul-preguntó Methe-.


-Usé la fuerza para defender el  honor de una dama, lo juro por el profeta Mahoma, las bendiciones y la paz sean con él.


-Pregúntale qué pasó con la dama-le dije a Methe-.


-Llevó  al tipo al que pegué a urgencias-replicó Abdul-.


-No lo entiendo, ¿tú defendías su honor pero ella se fue con el otro?-Preguntó Methe con cara de no comprender nada-.


-Y yo que sé, se lo habría preguntado pero no pude porque me metieron en la cárcel donde pasé la  noche entera tapándome el culo con una bandeja-replicó Abdul-.


-¡Qué vergüenza  Ton! ¿Como has podido hacerle eso a tu mejor amigo?


-¡Joder esto es increíble! Ya se ha enfado conmigo, ¿contento, Abdul?


-Lo siento Tony Pashá, pero todo está en tu contra. Me fallaste, y lo sabes.


-Vale, ya te compensaré.


-¿Cuando?


-Cuando, cuando…No sé…luego.


-Me has fallado y me has hecho daño.


-Lo sé, y me siento fatal, créeme.


-100 euros  y lo olvido todo -me dijo él-.


 (Qué cabrón pensé para mi)


-50.


-Hecho-replicó Abdul cerrando el trato con un apretón de manos. Te aprecio mucho Tony Pashá-añadió sonriendo-.


-Lo mismo digo-murmuré entre dientes-. ¿Ahora explícame qué haces aquí, en la Patagonia argentina?


-Lola.


-¿Lola?


-Sí. Lola me ha enviado.


-¿Para qué? No estamos juntos hace dos meses. Me echó de casa por enésima vez, ¿recuerdas? Sus últimas palabras aún retumban en mi cabeza: “Ton, eres un profesional del ligue, un adolescente perpetuo con una vida disoluta, tienes tus ventajas pero no eres el hombre que quiero cerca de mis hijos”.


-¡Pero si no tenéis hijos!-exclamó Abdul-.


-Y qué más da…supongo que se refería al futuro. El caso es que peleamos una vez más y me echó de casa. Por eso no entiendo que ahora se preocupe por mí.

-Ya conoces a Lola. No se fía de ti, Tony Pashá. Cree que eres  un inmaduro. Un crio, un…


-Vale, vale…pero a muchas eso les parece .muy atractivo. Sabes Abdul, yo creo más bien  que quiere tenerme controlado, que no puede vivir sin mí, sin saber lo que hago ni con quien estoy.


-Eso también.  La verdad, Tony Pashá, y no quiero ser moralista,  es que has estado tratando tus problemas con Lola acostándote con otras mujeres toda tu vida, y esta no es la solución.


-¿Estás loco? ¡Eso es ridículo!


-Hay diferentes opiniones sobre esto. El profeta Mahoma, las bendiciones y la paz sean con él dice que…


-Oye, oye, no me vengas con sermones que tú no eres un santo. ¿Quieres que te recuerde tu historia con Yasmina,  la hija del Imán de la mezquita de  San feliu de Llobregat?


-Yasmina?... bueno sí me encapriché un poco de ella cuando la vi tan frágil, tan desamparada…


-¿Te encaprichaste? ¡Eras como un mandril fuera de sí!-Exclamé  yo-.


-No es eso, lo que pasa es que  soy un rescatador patológico, Tony Pashá.


-¿Rescatador patológico? ¡Venga ya! Eso vale para aquel pajarito enfermo que recogiste en la calle a quien dabas de comer con un cuentagotas para recuperarlo….como se llamaba…a ver si lo recuerdo…


-Tippi…se llamaba Tippi.


-Eso es…Tippi…


-Finalmente murió-me interrumpió Abdul-. Se lo comió el gato, ¿lo recuerdas, Tony Pashá? 


- Como no voy a recordarlo si el gato también lo rescataste de la calle.


-Lo rescaté porque tenía tres patas el pobre-replicó Abdul-.


- En fin, el problema Abdul es que con las mujeres te pasa lo mismo constantemente. Buscas tías necesitadas y marginales.


-Tienes razón Tony Pashá, puede que subconscientemente espere que me quieran si las salvo.


-Venga Abdul, admítelo, lo haces para echar un polvo de vez en cuando…como todos. Pero por favor  continúa, ¿qué me decías de acostarme con otras mujeres, eh?


Decía Philip Dick que “El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de los hechos y las  palabras. Si tu puedes controlarlos puedes controlar a la gente”. ¡Qué listo era ese Philip Dick! Aunque viendo a Abdul clavando la versión esquizoide de sus pupilas en mis ojos, empecé a dudar de Dick.   Durante unos segundos se hizo el silencio. Flotaba hasta caer como remache de luna, como confesión de penitente pirómano.

(Continuará…)