21 septiembre 2013

La metafísica de Aristóteles y el empirismo de Hume.

¿cual es la diferencia entre una teoría científica y las opiniones personales? Se ha especulado mucho sobre eso, y hay varios criterios, aunque uno muy popular es la hipótesis de falsabilidad de Karl Popper. Este buen hombre decía que deben existir experimentos que permitan intentar probar que una teoría es falsa. Pongamos un ejemplo cercano: la teoría de la gravedad de Isaac Newton. La gravedad es una de las cuatro interacciones fundamentales observadas en la naturaleza. Origina los movimientos a gran escala que se observan en el universo: la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, las órbitas de los planetas alrededor del Sol, etc, etc. Para que nos entendamos: dos cuerpos se atraen entre si con una fuerza inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Y para esta teoría podemos imaginar experimentos que la pongan a prueba. Con bolas de metal (no valen las bolas chinas), con planetas o con barquitos en el mar. A la primera excepción, si por cualquier razón dos cuerpos no se atraen hay que revisar la teoría . Está claro, ¿no? En cambio, pensemos por un momento en la teoría psicoanalítica de Freud. Bueno, no, no...mejor vamos a dejar a Freud descansar en paz y vamos a hablar de alguien menos complejo, más simple: mi amigo Josep. Sí, Josep es perfecto para desarrollar lo que quiero explicaros. No se me ocurre mejor ejemplo para demostrar en cinco minutos lo que Karl Popper tardó años en descubrir. Todas las teorías científicas indican que su nueva novia de Torrelodones lo maneja como si fuera un Bichón maltés (es un perro faldero), sin embargo él, sí, él, lanzando opiniones personales que huelen a puras especulaciones producidas por un exceso de testosterona, sigue bunquerizado en sus cuarteles de invierno, y defendiendo que su “chica” (no es tan chica, pero eso es lo de menos) lo único que pretende es hacer de él una mejor persona. Más culta e implicada en temas sociales, políticos y filosóficos. Yo no lo veo así, y no me explico que él no vea lo que todos vemos, y cuando digo “todos”, me refiero a todos. Pero ese capullo sigue agarrado a la muy vulgar, común y nada original idea del "Diseño Inteligente" que sostiene que todo lo que no podemos explicar en biología implica necesariamente un diseño premeditado de un ser superior. En fin, no voy a enrollarme más y copio y pego la conversación que hemos mantenido esta mañana de sábado casi otoñal.:

-Se me acaba de ocurrir una idea, Ton. Es una idea genial.

Lo miré con detenimiento. Él miró a través de la ventana, como buscando las palabras. Pasaron casi diez segundos interminables.

-Aquí entre nosotros -dijo al fin-,ya sabes que soy un tipo raro. Parezco una cosa pero soy otra. Todos me ven como un tío sin cultura y muy simple, pero tú sabes que no es así.
-Y tanto.
-Se supone que esto que voy a contarte no lo sabe nadie más que mi abogado, la portera de mi finca, la brigada de recogida de basura, el concejal de urbanismo, mi novia y doscientas o trescientas personas más.
-Bien, pues tú dirás-le contesté.
-Quiero abrir un blog y escribir en mis horas libres.

Esto que acababa de decir podría haber tumbado a un rinoceronte, pero yo aguanté como un jabato, y dije, sin mostrar signos de atolondramiento:

-Ah.
-¿Como que “Ah”? ¿No me dirás que no es una buena idea?-me preguntó.
-Sí.
-¿Sí qué?
-Que sí, que es una idea.
-Una gran idea ¿Y no me preguntas sobre qué quiero escribir?
-No.
-¿Como que no? ¿No te interesa?
-No.

Me gusta desconcertar a Josep siempre que puedo. Tampoco es muy difícil.

-Está bien, te lo voy a explicar.
-Perdona...¿no me has oído? He dicho: NO. Me da igual si te gusta más el cine o la literatura. Si prefieres escuchar rock o música clásica. Me importa un bledo conocer tu nueva idea. Todas tus ideas me traen problemas.
-Mira Ton, o te lo cuento o reviento, ya me conoces. A menudo sucede que creamos en nuestra mente obstáculos que en la vida real no existen, ¿verdad?

Lo miré sin decir nada.

-Lo que quiero decir es que he decidido quitar esos obstáculos de mi mente. Por suerte existen personas que se cuestionan periódicamente la validez de ciertas "verdades" universalmente aceptadas. Mi nueva novia, ya sabes, la de Torrelodones, es una de ellas, y me ha hecho comprender que tengo que emprender nuevos caminos, que debo experimentar con la filosofía. Que la filosofía puede cambiar mi vida. Me ha hablado de un tal Roger Banister de quien dijeron que estaba loco, pero a él no le importó. Me ha dicho que hay que nadar contra corriente, ir a caballo de la ola y enfrentarse a todas las corrientes, puesto que todas son tendenciosas. También me ha inscrito en un grupo, en Facebook, titulado “Hoy no han ganado los ignorantes: han ganado los ignorados”. Es una chica increíble, es... como te diría yo...es increíble...sí, eso es...es increíble.
-Ya. Me gusta tu facilidad de palabra. Mira Josep, estoy seguro que el hecho de que tu nueva novia de Torrelodones lea “Pour Marx” y “Lénine et la philosophie” de Louis Althusser, es muy importante para ti, porque tus anteriores novias solían tocar otros registros, y estoy seguro que es lo que más te ha cautivado de ella, pero dime una cosa: ¿Te has vuelto loco? Ni de pequeño te gustaba leer o escribir, y menos estudiar, ¿y pretendes ahora convertirte en filósofo?
-Joder, Ton...Li Bai, el poeta más consagrado de China, cuando era niño tampoco le gustaba ir al colegio.
-¡No me lo puedo creer! ¿Ahora me vas a hablar de Li Bai? Pero si anteayer no sabías quien era Confucio...
-Tienes razón, pero compréndeme, soy otro hombre. Ycomo dice mi novia:Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.
-Coño, ¿eso te ha dicho tu novia?
-Ya te he dicho que es increíble.
-Ya veo, ¿y te ha dicho que eso ya lo dijo Antoine de Saint Exupéry mucho antes que ella?
-No conozco a ese Antoine, pero si lo dijo es que se lo oiría a mi novia. Verás Ton, ha surgido en mí un fuerte deseo por conocer la filosofía de Aristóteles, la metafísica, el empirismo británico de Denis Hume...
-¡Oh my god! Vamos a ver Josep, primero, no es Denis Hume, es David Hume, y segundo, somos amigos desde hace más de quince años, ¿verdad?
-Sí. Hay que ver como pasan los años, por cierto.
-Ya lo creo. Y dime, Josep¿en esos quince años de amistad hemos hablado tú y yo de algo que no fuese fútbol, mujeres y coches?
-Qué quieres decirme con eso?
-¿Tú qué crees?
-Ah, ya entiendo, qué cabrón eres...quieres decirme que nunca hemos hablado de filosofía, es eso, ¿eh?
-Sí, eso quiero decir. Dejando a un lado la máxima del gran Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no te gustan tengo otros“, ¿Venderías tus principios por un par de tetas?
-Claro que no, ahora soy un nuevo hombre. Pero... no te entiendo. ¿Qué me quieres decir?
-Lo que quiero decir es que tu nueva novia de Torrelodones te está cambiando tus principios. ¿Te acuerdas de Manuel?
-¿Manuel? ¿El que se marchó a Brasil con aquella mulata que conoció en el club “Saratoga”?
-El mismo. Pues pese a que siempre estaba leyendo a Balzac, desde mi modesto punto de vista, Manuel era un imbécil. Y con ello no quiero ofender a nadie. ¿Te acuerdas aquella noche, en aquel bar, cuando conocimos aquellas dos chicas y salió el tema de esa teoría surgida espontáneamente en algún momento de la historia, llamada Creacionismo?
-Jajaja, como no voy a acordarme...que pijas que eran las dos. La verdad es que no tenía ni idea de qué era el creacionismo, pero al contestarle me salió un buen chiste, ¿no?
-Ya lo creo, el chiste no fue malo, aún lo recuerdo. Dijiste: las bases del Creacionismo fueron sentadas porque de pie se cansaban.
-Jajaja, sí, estuve sembrado. Oye, ¿qué pretendes decirme mencionandoeste episodio pasado?
-Solo pretendo que no olvides quien eres. Y que no quieras cambiar tu forma de ser, tu esencia, tu auténtica personalidad, porque tu novia, la de Torrelodones, quiera remodelar un monigote que en sus genuinas formas es mucho más auténtico que lo que ella pretende obtener.
-Sí, pero es tan sexy, guapa, inteligente-dijo él.
-Descarada y manipuladora.
-También. ¿Pero has visto qué tetas tiene?

Lo miré y los astros se alinearon cuando me vino a la mente una frase de Rabindranath Tagore: “La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido”.
Y me reí. Qué le vamos a hacer, es mi amigo, y la vida me ha enseñado que lo que en uno es grave tragedia, en otro es mínima tontería. 

08 septiembre 2013

Madrid 2020...el ocaso de los visigodos.

Madre mía, madre mía. Todavía estoy en estado de shock, y eso que ya debería estar curado de espantos. ¿Cómo se puede ser tan tonto? Ah, ¿pero no sabéis de quien hablo? ¿Y de quien puedo hablar si hablo de tontos? Pues claro, del pendejo de Josep. Todos sabéis que las más pequeñas cosas pueden ser motivo para que se hable largamente sobre ellas. Por ejemplo, la no elección de Madrid 2020. Sí, ya sé que hay cosas más importantes pero es que ese capullo me acaba de llamar por teléfono muy disgustado por la no elección de Madrid como sede olímpica para el año 2020. No es que mi amigo Josep sea muy amigo de los meseteros, pero resulta que su actual novia es de Torrelodones, y ya sabéis que dos tetas tiran más que dos carretas. La cuestión es que me ha hablado de desgracia, de calamidad, de tragedia. Luego, para demostrar lo grave de la debacle de Madrid 2020, ha añadido fantastibulosos datos que parecían querer decir algo pero no lo hacían. Bueno, por si no me creen solo les diré que ha comparado las consecuencias del gran fiasco de Madrid 2020 con la tragedia de la empresa Orinamco en el año 1987, que invirtió en Pernambuco muchicientos dólares ecuatorianos para la producción de nuez moscada... aquello según él fue terrible ya que aquél año hubo un eclipse de sol que mató a cuatrocientos millones ochenta y siete mil cincuenta y nueve personas y un gatito marrón y nacieron niños con dos cabezas. Por mi parte he intentado calmarlo recordándole que en el mundo de la política todos quieren destacar por algo y ser recordados por la posteridad como autores especialmente implicados en obras faraónicas. Y esto conduce en ocasiones a la mentira. Que la diversión puede ser el postre de nuestras vidas, pero nunca su plato principal. Que la propaganda es una formidable vendedora de sueños, pero que Madrid nunca fue favorita, y que Ana Botella, la alcaldesa de la peineta, no era la persona más adecuada para representar la pujanza y dinanismo de la capital del reino de los visigodos. También le he dicho que las mariposas a veces tienden sus alas temblorosas y en alegría loca de luces y colores, ebrias de amor para expirar en tálamos de flores... Y que hay espectativas que se acaban como esas mariposas. Finalmente le he explicado la famosa anécdota del emperador romano Titus Flavios Domitianus, (Domiciano para los amigos) que fue un gran patrón de las artes y el instaurador de los denominados Juegos Capitolinos, que incluían como parte importante de los mismos diversos concursos literarios, y que además, fue un prolífico escritor de poesía. Sin embargo, le he dicho, quiso descollar también en el terreno científico con un tratado técnico sobre la caída del cabello, aspecto en el que pretendía ser una autoridad, y lamentablemente para su credibilidad, a los dos años de la aparición de esa obra, el emperador estaba ya totalmente calvo. Pero nada, mi irónico y cáustico sentido del humor no  ha hecho mella en él, y  ha seguido hablándome de complot, de conspiración judeomasónica, de envidias malsanas y de venganzas posteriores. Sí, la verdad es que Josep estaba bastante cabreado. Así que viendo que no entraba en razón, y percibiendo que la derrota de Madrid le había trastocado por completo, le he pedido que me presente a su nueva novia de Torrelodones, porque ahora más que nunca estoy convencido que esa chica tiene que ser una bomba sexual.