04 julio 2013

Contestación a un mail inexistente.

La vida es demasiado complicada para mí. Sigo mirándola con los ojos de un adolescente que nunca aceptó correr los 50 metros en 28 segundos y medio. Tardo mucho en entender las cosas, la verdad es que sabes que tardo mucho para todo, las respuestas de las personas, mis propios actos en ocasiones. Sin embargo, sabes que todo ello intento compensarlo con la memoria de elefante que heredé de mi abuela Mariana. Supongo que es esa mezcla lo que me lleva a veces a darme cuenta de que Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede considerarse maravillosa, esa es la memoria. 

Querida amiga, no recuerdo el contenido del mail nº 54 del que me hablas, porque no existe. Miento, recuerdo el contenido pero no era el mail nº 54, sino el 45. De nuevo tu dislexia numérica galopante, querida, te ha jugado una mala pasada. También recuerdo que había bebido mucho, demasiado, incluso puede que más de la cuenta como para quedarme dormido mientras lo escribía. Es más, ahora que caigo, creo que lo terminé de escribir al despertarme los aullidos de placer de mi vecina del quinto, Jessica, la puta que vive encima de mí, que como de costumbre hacen retumbar la finca entera. Ya sabes, porque te lo conté en mi mail nº 33 que Jessica, mi vecina, ha sido siempre una apasionada de las culturas diferentes, de los países extranjeros; sin embargo, debido a una enfermedad congénita —la pobreza— no ha podido viajar mucho, por lo que se ha dedicado a ser puta a tiempo completo, actividad que le ha permitido conocer a hombres de Moldavia, República Checa, Costa Rica, Mali, Colombia, Ecuador, Brasil, Marruecos, Cuenca y otros países, sin salir de Barcelona.
Mientras muchos de nosotros dormimos el sueño de los justos (eso
es una expresión de origen griego que originalmente hacía referencia a quien dormía en forma muy tranquila, porque no tenía cargos de conciencia, o sea alguien que como ha llevado una vida ética, moral, nada lo perturba) ella viaja cada noche, entre las sábanas de su lecho, a los países más fascinantes, a conocer las costumbres más subyugantes, las perversiones más excitantes. Jessica es una destacada aventurera y exploradora de las selvas recónditas, y de las posturas del Kamasutra en peligro de extinción. También sabrás, eso te lo expliqué en el mail nº37, que la conocí un viernes cualquiera del otoño del 2007, a las cuatro de la mañana; llovía, como siempre, y un viento húmedo me acercaba al sepulcro más de lo deseado, cuando me recluí en el calor de un bar sin nombre, buscando el cariño de alguna alma en pena. Allí, entre las brumas del tabaco de contrabando y los vapores de alcohol etílico, la vi por primera vez, sentada frente a la puerta de entrada, bebiendo cerveza Coronitas, su marca preferida, y comiendo Cheetos con sabor a chorizo cantimpalos. En fin, mi amor, no sé por qué te digo todo eso si ya te lo escribí en el mail nº 41. ¡Y ya me he perdido! ¿De qué hablábamos? Ah, sí, del mail nº 54 que resulta ser el 45. Mira, querida, nunca he querido hacerte sufrir y, solo por eso, he intentado mantener oculta mi tormentosa relación con Lola, mi novia. Pero ahora no es momento para lamentaciones, tiempo habrá, y prometo contarte a partir de ahora mis vicisitudes y tribulaciones. Por cierto, ¿te he contado alguna vez que estuve en Sharm el- Sheikh con mi novia Lola el verano de 2006? ¿No lo hice en el mail nº 7? ¿O fue el nº 9? ¡Ah, Egipto que gran país! Las pirámides, el valle de los reyes, el desierto, las egipcias, el Nilo. ¿Sabes que el Nilo siempre estuvo allí? Mucho antes que todo, mucho antes que las tumbas de los faraones. Por esa razón en el Nilo palpitan recuerdos. Ya ves mi amor, nos conocemos hace casi 4 años, y eso apenas es un picosegundo para esta parte del mundo. Se diría que no es posible vivir junto a este rio sin preocupaciones de eternidad, y aquí está siempre también, el misterio. Hay cosas que jamás se llegan a saber. Un largo cortejo de preguntas que nunca nadie podrá contestar. Reconozco que me gustan los misterios, si son inexplicables más, si están relacionados con las pirámides más aún y si el enigma afecta a algún faraón, y me da igual que sea de la quinta dinastía, de la cuarta o de ahora, me descontrolo. ¿Sabes, querida, que Blaise Pascal, el científico y filósofo francés, escribió en su obra “Pensées”, que si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta, la historia del mundo habría cambiado? Jajaja, lo dijo en alusión a que su belleza y encanto no hubiesen sido los mismos frente a julio César y Marco Antonio. Pero eso seguro que tú ya lo sabías, creo que te lo dije en el mail nº 22. Jajaja, como me gusta Egipto, su historia, sus misterios. Sí, me gusta. Y ahora, tú estás allí. ¿Recuerdas, amor mío, la frase lapidaria que te endilgué hace unos días, en el mail nº 26, del amigo Lao-Tsé? jaja, era premonitoria, ¿no te parece? Por si no la recuerdas, o no encuentras el mail nº 22, que todo es posible, te la recordaré, decía: Un viaje de mil millas comienza con el primer paso. Jajaja, me rio porque quien me iba a decir a mí, que tú que te mareas al subir y bajar la acera, saltarías el charco para investigar el misterioso misterio de la estancia de Mubarak en un hospital de Sharm el- Sheikh en Egipto. Jajaja, Sharme el – Sheikh, es increíble, tú en Egipto, e investigando a Mubarak. En fin, como dice la canción de Pedro navaja:

“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.
Cuando lo manda el destino no lo cambia ni el más bravo,
si naciste pa' martillo del cielo te caen los clavos.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios.”
Bueno, querida, ya te contaré más cosas en el próximo mail, será el nº 47, no lo olvides, y tú, por tu parte tenme al corriente de la investigación que llevas a cabo. Ah, en cuanto a las fotos de Messi, te las mando por la noche, ahora voy a dormir un rato, ya sabes que no he pegado ojo por culpa de la puta de Jessica. Un besote, bonita.
Te quiero,


Ton.