La
historia que hoy les voy a relatar es verídica en el fondo, y solo
la forma ha sido ligeramente alterada para hacerla más divertida.
Ya me conocen, y saben que nunca miento, y también saben que con muy
poco armo un relato, lo desarrollo ...y la mayoría de veces hasta me
sale bien. Este concretamente se me ocurrió al oír a un buen amigo
decir: “Es una catastrofe. Dios creó el universo. El resto es made in
China.”
Sí, ya sé que no es mucho, pero a mi me ha bastado. Yo soy así.
Todos
sabemos que desde los tiempos inmemoriales, de los que, como son
inmemoriales, ya no nos acordamos, los más pequeños detalles han
venido produciendo catástrofes. Y como sé que van a poner en duda mi
afirmación, como es habitual y corriente, voy a poner como ejemplo lo
que me pasó no hace muchos días.
Todo empezó una noche calurosa del mes de agosto. Sábado para más señas.
Estaba
en casa, en el salón. Es uno de mis rincones favoritos, cuantas horas
he pasado ahí con la ventana abierta, sintiendo la suave brisa en mi
piel y soñando, recordando y meditando. Me encanta ese sitio. Estaba
tranquilo y relajado, pensando en un Universo semi vacío, y en el
bosón de Higgs desplazando todo de su lugar lógico. El silencio se
defendía de su imagen esquizoide clavándose en mis neuronas, y flotaba
hasta caer como remache de luna, como confesión de agua clara. Toda
la masa del universo parecía travestirse para hacerme el favor de una
mentira. ¿He dicho que estaba tranquilo? Sí, creo que lo he dicho.
Tranquilo y sosegado... muy sosegado... tal vez en exceso, ya que
sentía la terrible amenaza de convertirme en un zoquete sin sentido
del humor, pero en ese preciso momento sonó mi móvil. Miré el
número del llamante, vacilé, dudé, pero finalmente apreté la tecla de
aceptar llamada. ¡Maldita sea…Me tendría que haber pillado el dedo
con la tapa del W.C! Pero ya era demasiado tarde.
-Ton,
espabila, ponte la camisa negra, la de salir, que paso a recogerte
en diez minutos. Hoy te voy a llevar a un sitio que me han dicho que
es la leche, y…
-No
me toques los cojones, con eso de “me han dicho que es la leche”.
Siempre que te dicen eso, la cosa acaba como el rosario de la aurora.
-Venga,
joder, Ton, no me seas quejica, y estáte listo y preparado que voy en
camino. Esta noche es, como dijo el poeta: "tiempo de tormenta, toca
marejada, nuestra particular mar arbolada. Abarloan los vientos, las
velas del sentir ponen rumbo a las eternas tierras llamadas “sin
porvenir”. Madruga la duermevela, y dos locos sientan las bases de su
porvenir entre delirios de alcohol y noches en vela…"
Bien, llegado a este punto, supongo que han adivinado quien estaba al otro lado de las ondas hertzianas, ¿no?
Sí queridos amigos y amigas, han acertado: el capullo de Josep.
Cojan
un calentorro muy mediocre; críenle amamantado con la leche de
hormiga durante diez años; acójanle de mayor y acúnenle en los pechos
de las noches locas de Barcelona; promociónenle sin esfuerzo,
simplemente por ser "amigo tuyo", todo esto aderezado con alcohol y
humo; llévenle a creerse que es un ligón de película; díganle lo listo
que es y denle poder casi ilimitado para meterle en líos; agítese todo
y obtendrán un clon de mi amigo Josep. Ah, pero cuidado: luego es muy
difícil de eliminar, y mancha mucho. El resultado del experimento
puede producir gangrena de inteligencia, parálisis cerebral y ruina
económica. En fin qué quieren que les diga, filosóficamente Josep no
aporta nada, nada bueno quiero decir, pero en cambio –y para
compensar– es mi mejor amigo.
Llegamos
al local que Josep dijo que era “la leche”, pasada la media noche.
Pedimos unas copas y me senté mientras él se fue a inspeccionar los
“alrededores”.
A los pocos minutos vino todo excitado a darme lo que él llama: una buena noticia.
-Ton,
hay dos chicas de pelo negro y ojos rasgados abanicándose con dos
"Pay-Pay" detrás de aquella gran palmera, creo que son orientales.
-¡Tan perspicaz y sagaz como siempre, Josep!
-No, en serio, creo que son japonesas.
-Estás seguro… ¿no serán suecas?
-No, son orientales totales.
-¿Estás seguro, igual van disfrazadas?
-Deja
ya tu burdo sarcasmo, te digo que son orientales....¡Y están
buenísimas! Ya sabes lo cachondo que me pongo al ver el entramado
peludo de estas diosas de oriente. ¡Que vivan las orientales y su mata
pendenciera! Venga, vamos allí, están solas y parecen perdidas...
Josep
estaba tan excitado, ante la posibilidad de ligar con esas chicas,
que accedí a su petición, y nos acercamos al rincón donde ellas,
ajenas todavía a lo que se les venía encima, seguían abanicándose con
sus hermosos "Pay-pay" decorados con magníficos dibujos del monte
Fujiyama, y cerezos en flor.
-Hola-dijo Josep - dirigiéndose a la que parecía más comunicativa.
-Hola -contestó ella con una sonrisa amplia, casi dilatada.
-Me llamo Josep, y éste es Ton, mi mejor amigo.
-Tu único -añadí yo casi susurrando-.
-¿Como? -Preguntó él al no oír muy bien eso último que dije-.
-Tu único amigo -repetí yo aacercándome a su oído-.
-jaja, siempre tan sarcástico mi amigo. ¿Podemos sentarnos? -les preguntó señalando unas silla vacías-.
Vi como las chicas cuchichearon unos segundos entre ellas, antes de decir:
-jijijij, sí clalo, nosotlas no sel de aquí, estal de vacaciones, somos de japon, de las islas Senkaku., jijijijij
-Jajaja, estupendo, ¿lo ves Ton?, te dije que parecían muy simpáticas.
-Dijiste que estaban buenísimas-le mascullé en voz muy baja, y forzando la sonrisa-.
-jajaja,
mi amigo es así, es puro chiste-les dijo riendo-. ¡Bueno, qué! ¿Os
gusta Barcelona? El paralelo, el monumento a Colon, el Tibidabo,
Montjuic…
-Oh, síiiii. Balcelona es pleciosa. Saglada familia es muy famosa en Japon. Palque Güell, el glan pintol Miló, y Balça, jijiji.
Madre
mía-pensé para mí-como Josep siga por la estrategia de repasar la
monumental Barcelona voy a hacer como esa estrofa de la canción de
Fabiana Cantillo que dice :“Yo me bajo de este tren, choca contra toda
una pared. Me largo, ya no me divierte. Volar, irse, cielos, todos
esos soles robar, lejos de la gente…”
-jajaja, has visto, Ton, qué te dije, eh? Son geniales, ¿no? Jajaja…
-Sí, son geniales-repliqué dando un sorbo a mi copa.
Entonces
en ese momento cometí una gran estupidez, casi del tamaño de las que
suele cometer Josep, y queriendo cambiar el rumbo de la conversación,
miré a la que parecía más espabilada y le dije:
-Así
que sois de las islas Senkaku…Pertenecen al archipiélago de Ryukyu,
¿no? ¿Sigue China y Taiwán reclamando su administración?
-Oh, ¿tu conocel problema de Senkaku?
-Solo por encima.
-Pues
sí, desde que Japon puso islas bajo administlación de Okinawa, la
Lepública Populal de China y la Lepública de Taiwán lo ven como una
palte de Taiwán. Pelo nosotros los japoneses de Senkaku no quelemos sel
chinos.
-Claro, lo entiendo.
-¿Sabes
que Diaoyu Dao Uotsuri Jima, la isla más glande, tiene un número de
especies endémicas como la Mogera uchidai y las hormigas
Okinawa-kuro-oo-ari, y que éstas están amenazadas por las cablas
domésticas que fuelon intloducidos a la isla en 1978 pol los chinos de
Taiwan?
-¿No me digas? No, no lo sabía.
-¡Malditos chinos!-gritó Josep. Son como los parásitos, lo invaden todo…a que sí, Ton, eh?
-Ejem…ejem…Bueno, debo reconocer que a veces son un problema, sí.
-¿Y
sabes que entle todas las islas, Nan Xiaodao Minami Kojima es uno de
los lugales de clía de los lalos albatlos de cola colta?
-Vaya, ¿en serio?
-Sí, los Phoebastlia albatlus. Una especie muy lala. Me gustan mucho los pájalos, ¿sabes?
-Ya.
Bueno, bueno, bueno…eso es genial. Yo adoro los pájaros también. De
hecho tengo una cacatúa. Y digo yo, ahora que lo pienso ¿no os
gustaría conocer a mi cacatúa? Es increíble, es más lista que el
hambre.
-Hamble, ¿tiene hamble?
-No,
quiero decir que es muy inteligente. En España cuando alguien es muy
inteligente, decimos que es más listo que el hambre, ¿complendes?
(Mierda… no si al final voy a hablar como los chinos -pensé para mis
adentros-). Y rectifiqué:
-¿Comprendes?
-Ah, complendo. En Japon decimos que es más inteligente que jagual neglo, jijijiji…
Estaba
claro que la cosa no iba bien. Había que variar la estrategia.
Entonces pensé “-Coño, porque no les hacemos el juego de las 6
monedas, no falla nunca.”
El
juego de las seis monedas por si no lo conocen, les diré que entre los
naufragos de la noche es más viejo que el hilo negro…pero ellas al
ser orientales igual no lo conocían, ¿no? Bueno, es igual...el caso
es que este juego consiste en poner seis monedas sobre la mesa, en
forma de T. Cuatro monedas en el palo largo, y una moneda a cada lado
formando el palo corto, ¿me siguen? Luego hay que pedirle a la ingenua
de turno, lo normal es que sean chicas rubias, son las más
receptivas, que formen con las seis monedas dos hileras de 4. En este
caso, al ser ellas morenas y orientales (dicen que las mujeres de ojos
rasgados de tontas no tienen ni un pelo, pero yo oyéndolas reírse con
ese jijiji tan irritante empezaba a dudar de todo) el resultado del
experimento no estaba muy claro.
-¿Os gusta jugar? -les pregunté muy inocentemente-. Conozco un juego muy divertido.
Le
pedí a Josep, seis monedas de 1 euro, yo nunca llevo monedas en los
bolsillos, los deforman, y las puse sobre la mesa en forma de T.
-Veréis, se trata de hacer dos hileras de 4 monedas cada una. Si no lo conseguís, vamos a mi casa a conocer a mi cacatúa, ¿vale?
-Jijijiji ¡vale! -Dijeron ellas.
-¡Estupendo!
Mientras lo intentáis os dejo en compañia de Josep, y yo iré a
buscar el coche (tenía clarísimo que serían incapaces de resolver el
problema de las monedas), lo tengo en el parking.
Al cabo de 15 minutos estaba de vuelta.
-Bueno, ¿qué? No habéis sido capaces, ¿verdad? Pues venga, vámonos, mi cacatúa debe estar impaciente por conoceros.
-¿Tú como sabel que nosotlas no capaz resolvel problema?
-Porque
mi amigo Josep, a quien conozco hace más de diez años, nunca ha sido
capaz de presentarme a ninguna chica, amiga , conocida o novia suya,
capaz de resolver el problema de las seis monedas. Hoy no iba a ser
diferente, ¿verdad Josep?-rematé mirándolo con mi media sonrisa
socarrona-.
Estaba
seguro que ellas no entenderían mi ironía, y por eso lo dije. Y creo
que él, el muy capullo, tampoco lo pilló. Pero qué más da, si como
dijo Thomas Mann: "Detesto la locura, la aborrezco desde el fondo de
mi alma, aborrezco a todos los genios desequilibrados, o semi genios;
detesto todo emocionalismo, toda pose excéntrica. ¡Audacia y osadía,
si! La audacia es todo, es lo único indispensable; pero una audacia
serena, decorosa, correcta, como envuelta en el suave terciopelo de la
ironía. ¡He ahí lo que yo soy y lo que quiero ser!"
(Continuará…)
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