21 julio 2012

Conversación Kafkiana entre mi YO grande y mi yo pequeño.

“lopadotemakhoselakhogaleokranioleipsanodrimypotrimmatosilphiokara
bomelitokatakekhymenokikhlepikossyphophattoperisteralektryonoptekeph
alliokinklopeleiolagōiosiraiobaphētraganopterygon”

-¡Quieto parado! ¡Dejad el teléfono! No llaméis a los loqueros… todavía. No, no estoy loco, cuerdo tampoco; digamos que estoy entre “Pinto y Valdemoro”, o entre “Vilanova i la Geltrú y Vilanova i la Geltrú”, o entre Baden badén y Vilafranca del Penedés, o entre… ¡pero qué digo! Si a vosotros no os importa como estoy, ni como me encuentro, ni como…ni a vosotros ni a nadie que conozca, por cierto.  Pero basta ya de enrollarse como una alfombra persa, y vayamos a lo que importa. Lo que acabáis de leer, si es que habéis tenido  el aire suficiente para hacerlo (los fumadores como yo quedan excluidos de la prueba), se llama también “lopadono”,  para abreviar, creo. Es el nombre de un plato culinario ficticio mencionado en la comedia “Las asambleístas” de Aristófanes, y es, obviamente, la palabra más larga del idioma griego (aunque sospecho que también es la más larga e inacabable que existe sin importar el idioma o dialecto). El término original en griego agrupa 171 caracteres, pero yo que soy un valiente y temerario he elegido la transliteración latina que consta de 182 letras.
Es conocida desde hace siglos como la palabra más larga y el diccionario Liddell & Scott la traduce como: «nombre de un plato compuesto de toda clase de delicatessen, pescado, carne, aves de corral y salsas»…

-Espera…para los bueyes y aparca el carro, Ton…Sí... vale… de acuerdo...está muy bien. Es una curiosidad, como una de tantas más que te gustan a ti. ¿Pero de verdad crees que esto le interesa a alguien?
-Bueno, a algún curioso como yo que…
-No digas tonterías. En tu blog solo hay una curiosa, y todos sabemos quién es y como se llama: Belén.
-Lo ves, tú lo acabas de decir…tengo una curiosa en mi blog, y solo por eso vale la pena seguir subiendo cosas como esta, ¿no?
-Otra majadería de las tuyas. Hoy estás sembrado. ¿Tú piensas en serio que puedes mantener  tu blog vibrante y apasionante con una sola “curiosa”? ¿Pero tú en qué galaxia vives? ¡Tarado…que eres un tarado!
-De acuerdo, solo tengo una curiosa, y efectivamente si un día abandona mi blog…
-Cuando…
-¿Eh?
-Cuando un día abandone tu blog.
-Vale, vale…veo que te gusta jugar con la semántica, pero te diré que lo importante es que sé que seguirá siendo mi curiosa por muchos años.
-Que te lo crees tú, Carduelis cannabina.
-Oye, a mi me hablas bien o me marcho ¿vale? ¿Qué es eso de “Carduelis cannabina?
-Pardillo… es un pardillo… como tú.
-¡Ajá! Seré un pardillo, vale, pero esa única curiosa de mi blog nunca me abandonará, ¿y sabes por qué?
-¡Sorpréndeme!
-Porque nos parecemos como dos gotas de agua. Tenemos las mismas conexiones karmáticas… ah, y arrastramos la misma fatalidad desde nuestras vidas pasadas.
-No digas bobadas… te pareces a ella y ella a ti, como un huevo a una castaña. Y te diré más cuando encuentre a alguien que la haga vibrar como las cuerdas de un violín, y eso está al caer, te enterarás de lo que vale un peine.
-Oye, oye… si sabes algo que yo no sepa, haz el favor de decírmelo, y deja ya de dar vueltas y vueltas. ¿De verdad crees que mi única curiosa, la que le da vidilla a mi blog está a punto de abandonarme por otro?
-¡Serás capullo! ¿Pero tú en qué planeta vives? ¿Qué te crees? ¿Que puedes estar toda la vida con tus mismas tonterías sin aburrir a Dios y a la única curiosa que tiene la santa paciencia de entrar cada día y leer las chorradas que dices?
-Pues es que yo pensaba que…
-¿Quieres un consejo, listillo?
-Sí, claro, me vendría bien y además…
-No vuelvas a patinar como hiciste ayer, y nunca digas que no recuerdas algo.
-¿Pero crees de verdad que ayer metí la pata?
- La pata, y el muslamen. Nunca… repito… nunca le digas a una mujer, y menos si esa mujer es la única curiosa que tiene redaños de leer todo lo que subes aquí, que no recuerdas algo que ella te ha dicho o referido en el pasado, sea éste, cercano o lejano. ¿Nunca me entiendes, capullo?
-Pero yo solo le dije que me diera una pista para recordar de lo que me estaba hablando y…
-Nunca, me entiendes, NUNCA…Tú le deberías haber dicho que lo recordabas con pelos y señales, y que fue un momento crucial en vuestra relación… ¿comprendes, inútil?
-¡Ya! Pero si aquello realmente solo fue un cruce de comentarios sin importancia, por eso no lo recordaba y…
-Veo que sigues sin aprender: “cruce de comentarios sin importancia” -dices-. Todo, absolutamente todo tiene importancia para una mujer. Espera pimpollo, lo repito: TODO TIENE IMPORTANCIA PARA UNA MUJER. ¿Como te lo tengo que decir?  ¿Cuántos años llevamos hablando de lo mismo, eh?
-Pero Belén me comprendió, y hasta me dijo que no tenía importancia y…
-Te la tiene guardada y jurada. Ya lo verás. Seguro que ahora mismo está surfeando por Internet buscándote un recambio.
-Ah, eso es imposible, no hay nadie como yo…
-Que no…¿conoces a uno que se llama “Autógeno”? Tiene un blog donde se pajea mentalmente con nocturnidad, y créeme, éste te va a hacer sombra. Además es mucho más inteligente que tú, y más joven.
-Ya sabía que tú sabías algo. Pero éste “Autógeno” no es rival para mí.
-¡Ja! Te va a dar para el pelo. Este tío se ha leído toda la obra de Cioran y Schopenhauer, y hasta los imita cuando escribe.
-Sí, pero él no sabe hacer poesías.
-Tú tampoco, no lo olvides. Y él, aunque no sepa, tiene otro blog donde intenta emular a Verlaine.
-Vale, pero yo escribo historias divertidas, y eso él es incapaz de hacerlo porque su mundo es tétrico y oscuro.
-Ese mundo le gusta a las mujeres como Belén. Es un mundo donde ella se desenvuelve muy bien. Allí puede sacar todo lo que aprendió leyendo a Kundera y Kafka.
-No me convences. Sé que mi única curiosa, Belén, es ecléctica, me lo ha dicho, y necesita dispersarse. No la veo metida en un agujero negro.
-Pues te daré un último consejo: o le prestas más atención y no olvidas nunca más lo que te diga, sea lo que sea, o te veo menos futuro que el sastre de Tarzan.
-Bueno, tal vez tengas razón, pero no vas a acojonarme. Tengo más amigos y amigas. Mira, por ejemplo: Patricia. Ella me entiende también.
-¡Pero qué corto eres! Patricia solo te quiere para masturbarse mientras habla contigo.
-Tampoco te pases… Patricia es mucho más de lo que parece ser. Y sí, es verdad que es un poco lujuriosa, pero a mí me gusta. De todos modos no solo tengo Patricia, también hay Isabel.
-¿Isabel? Me cagoen…a Isabel solo le interesa la poesía.
-Sí lo sé, le gusta Benedetti, Rubén Darío, Neruda, Sánchez Albornoz…
-Sánchez Albornoz no es un poeta, idiota, fue un historiador. Y muy notable por cierto.
-Tú entiendes lo que quiero decir. Isabel ama la poesía, es cierto, y yo en mis ratos libres también soy poeta. Pero hay más. Qué me dices de Natalia, ¿eh?
-Tú eres tonto. Natalia, es una bruja, y te conoce. Sabe que eres como el perro del hortelano.
-Bueno, no vas a conseguir hundirme en mi miserable vida. Tengo más amigas que me comprenden. Mira, por ejemplo, Susana, la salmantina que vive en unas islas…Canarias creo.
-Tío, lo tuyo no lo remedia ni Freud. Susana es práctica y pragmática, y solo baila al son que ella elige…y cuando lo elige.
¿Y qué me dices de Cristina, eh?
-¿La médico?
-Sí, ¿qué pasa?
-Estás peor de lo que pensaba. Cristina es inteligente, ¿no lo has visto? Y dime ¿desde cuándo una persona inteligente, y mujer, se ha llevado bien contigo?
-Ah, te he pillado. Belén es inteligente y se lleva de puta madre conmigo, listillo.
-Belén es inteligente, es cierto, pero te aguanta porque en el fondo te quiere, ¿o no lo sabes, idiota?
-Sin faltar, eh…que lo entiendo todo sin que me insulten. Pues te diré una cosa: no me importa.
-¿Qué es lo que no te importa?
-No me importa que solo me quiera Belén.
-¿Ah no?
-No. Porque tampoco hago yo nada para que me quieran otras. ¿Quieres que te dé más nombres eh, listillo?
-Sí, a ver mamoncete…dime más nombres.
-Pues mira: Chere, laura, Inma, Montse, Rocío, Alicia, Carmen…y todas las que se han perdido en el camino. Y son muchas. ¿Qué, eh?
-¿Lo ves? Este es tu problema: que te vas a quedar solo por gilipollas y por…. ¿Sabes por qué más?
-No,  no lo quiero saber. Yo solo estoy aquí de paso, como todos, e intento dar lo mejor de mí. Y sé que todas lo saben... eso me basta. Y como dijo don José Ortega... y Gasset también:
Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen.

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