Mujer de película.
Mirándote,
sólo hay una cosa que me jode…que no sepas nada de mí. Contemplándote
siento la brisa del mar en mi piel. Te saboreo y descubro una mujer de
película, aunque no tengo claro de cual. Sí, lo sé, a veces la vida es
como una fantasía lacaniana; permite tomarse ciertas licencias, como
soñar despierto.
Y me pongo cachondo, lo confieso al ver tu
compostura quebrantada, o imaginarte profanada. Quisiera ser elegante y
decir que aborrezco la dominación pero en este caso preciso, y
mirándote, me olvido de mi madre y mis principios los arrojo al Hades,
porque sé que guiarás mis remos por la laguna Estigia, y después, lo sé,
alcanzaré el cielo, por tormentoso que sea el infierno.
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