Sócrates se encuentra en las escaleras del juzgado de guardia (ya me
entendéis) a un amigo que está muy compungido por haber llevado a su
padre a los tribunales.
-¿Contra quién pusiste tu acusación?
-Contra mi padre.
-¿Tu padre?
-Ay, sí, Sócrates.
-¿Y de qué lo acusas?
-De homicidio
-¿Qué? ¿Acaso mató a alguno de la familia?
-No, ¿pero por qué me lo preguntas?
-¿No traerías a tu padre delante de la justicia por la muerte de un extraño?
-¿Y por qué no? Es raro que tú, Sócrates, hagas diferencias entre la muerte de un extraño y la de un familiar. La mancha es la misma. Si uno tiene conocimiento de un crimen debe purificarse acusando al culpable. Cualquiera que sea el criminal, y cualquiera la víctima.
-¿Pero qué fue lo que pasó?
-El muerto era un trabajador de unos de nuestros talleres. Bebió y golpeó a un compañero, matándolo. Entonces mi padre lo hizo arrojar a un pozo, y mandó a un emisario a Atenas para ver cómo tratar el asunto, entretanto se olvido del hombre que se moría en el pozo. La gente me censura, me dice que es impío que un hijo acuse a su padre... Esa gente no sabe, Sócrates, lo que es la piedad. Yo sí lo sé. No habría ninguna diferencia entre la gente común y yo si no lo supiese.
-Entonces querido amigo explícamelo te lo ruego, me será de utilidad para mi propio proceso.
-Piadoso es lo que yo hago, llevar la justicia a cualquiera que haya cometido un crimen, aún si es la madre, el padre, o el hijo. Zeus es el más justo de los dioses, encadenó a su padre Urano para castigarlo por haber devorado a sus propios hijos.
-Dadas las acusaciones formuladas en mi contra prefiero no hablar de la debilidad pero entre nosotros, ¿de veras crees que así sucedieron las cosas entre Zeus y su padre?
-Claro, y conozco mas detalles curiosos que el mundo ignora.
-¿Entonces crees que hay conflictos entre los dioses?
-Sí, y podría contarte cosas sobre los dioses que quedarías maravillado.
-No, mejor dime algo más útil para mi proceso, ¿qué es la piedad?
-Lo que agrada a los dioses, eso es piadoso. Lo que les desagrada es impío.
-Pero acabas de decirme que los dioses luchan entre sí… entonces disputan a al igual que nosotros sobre lo que es bueno y malo, ¿no?
-Ah, eso es evidente
-Entonces, en tu opinión, una misma cosa podría agradar a un dios y desagradar a otro.
-Si
-¿Que quieras castigar a tu padre podría entonces complacer a Zeus y molestar a Urano?
-Si
-Complacer a Hefestos y desagradar a Hera…entonces si entiendo bien, una misma acción puede ser al mismo tiempo agradable y desagradable a los dioses…es decir, al mismo tiempo piadosa e impía pero eso es imposible…te lo suplico dime que es la piedad.
-Humm…En otra ocasión, Sócrates…ahora tengo que hacer…ejem…te saludo...
-¿Contra quién pusiste tu acusación?
-Contra mi padre.
-¿Tu padre?
-Ay, sí, Sócrates.
-¿Y de qué lo acusas?
-De homicidio
-¿Qué? ¿Acaso mató a alguno de la familia?
-No, ¿pero por qué me lo preguntas?
-¿No traerías a tu padre delante de la justicia por la muerte de un extraño?
-¿Y por qué no? Es raro que tú, Sócrates, hagas diferencias entre la muerte de un extraño y la de un familiar. La mancha es la misma. Si uno tiene conocimiento de un crimen debe purificarse acusando al culpable. Cualquiera que sea el criminal, y cualquiera la víctima.
-¿Pero qué fue lo que pasó?
-El muerto era un trabajador de unos de nuestros talleres. Bebió y golpeó a un compañero, matándolo. Entonces mi padre lo hizo arrojar a un pozo, y mandó a un emisario a Atenas para ver cómo tratar el asunto, entretanto se olvido del hombre que se moría en el pozo. La gente me censura, me dice que es impío que un hijo acuse a su padre... Esa gente no sabe, Sócrates, lo que es la piedad. Yo sí lo sé. No habría ninguna diferencia entre la gente común y yo si no lo supiese.
-Entonces querido amigo explícamelo te lo ruego, me será de utilidad para mi propio proceso.
-Piadoso es lo que yo hago, llevar la justicia a cualquiera que haya cometido un crimen, aún si es la madre, el padre, o el hijo. Zeus es el más justo de los dioses, encadenó a su padre Urano para castigarlo por haber devorado a sus propios hijos.
-Dadas las acusaciones formuladas en mi contra prefiero no hablar de la debilidad pero entre nosotros, ¿de veras crees que así sucedieron las cosas entre Zeus y su padre?
-Claro, y conozco mas detalles curiosos que el mundo ignora.
-¿Entonces crees que hay conflictos entre los dioses?
-Sí, y podría contarte cosas sobre los dioses que quedarías maravillado.
-No, mejor dime algo más útil para mi proceso, ¿qué es la piedad?
-Lo que agrada a los dioses, eso es piadoso. Lo que les desagrada es impío.
-Pero acabas de decirme que los dioses luchan entre sí… entonces disputan a al igual que nosotros sobre lo que es bueno y malo, ¿no?
-Ah, eso es evidente
-Entonces, en tu opinión, una misma cosa podría agradar a un dios y desagradar a otro.
-Si
-¿Que quieras castigar a tu padre podría entonces complacer a Zeus y molestar a Urano?
-Si
-Complacer a Hefestos y desagradar a Hera…entonces si entiendo bien, una misma acción puede ser al mismo tiempo agradable y desagradable a los dioses…es decir, al mismo tiempo piadosa e impía pero eso es imposible…te lo suplico dime que es la piedad.
-Humm…En otra ocasión, Sócrates…ahora tengo que hacer…ejem…te saludo...
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