02 agosto 2011

Las aventuras de Ton y Lola (Perdidos en el desierto capítulo XVI)


…Sus ojos verdes ardían como brasas, y me di cuenta en el acto de que Lola, aquella mujer maravillosa que me había abandonado en el pasado y que ahora tenía ante mí, estaba pasando por una crisis de debilidad y de desesperanza, cuyas causas yo no podía siquiera sospechar. Pero cuando traté de interrogarla, ella me tapó la boca con la mano.

   - No perdamos el tiempo -dijo-; quiero guardar el recuerdo de este momento.

Sus manos rozaron mi cuerpo con una dulzura que ya no recordaba, y sus labios tropezaron con los míos. Ella suspiró quedamente bajo la suave presión y susurro:

   - ¿Verdad que me quieres un poquito?

¡Si tú lo supieras!, -exclamé para mis adentros-.  Entonces, le contesté también en un susurro:
 
     - Tú eres para mí la más guapa y adorable de las mujeres. Siento todo el tiempo perdido.

Esta manida frase fue, al parecer, suficiente para Lola. Noté que su cabello olía a heno recién cortado; su boca, a "Hierba luisa", y su cuerpo, a polvos de talco perfumados para bebés. Afuera, con el atardecer, se había levantado un poco de viento, que gemía en torno al edificio. Todo esto creaba una atmósfera especial, un estado anímico en que los abrazos adquirían mayor intimidad y calor de nido; ahora volvíamos a ser dos enamorados: teníamos la sensación de ser almas gemelas. ¡Qué extraño me parecía todo esto! Aquí, en estas tierras lejanas y misteriosas, a una distancia abrumadora del ritmo trepidante de la sociedad occidental; aquí, en esta majestuosa habitación, había paz, quietud, calor de nido, felicidad, y por lo tanto muchos de los elementos que constituyen el verdadero amor.

                Cuando, una hora más tarde, me despedí de ella para reunirme con Yazmina en la cafetería del hotel, ella quedaba sollozando. "Ha sido algo divino", me dijo. Fue lo último que oí antes de cerrar la puerta tras de mí.

Llegué a la cafetería. Yazmina estaba sola, frente a una taza de café y la mirada perdida en el vacío. Vestía con exquisito gusto una elegante chaqueta blanca sobre una blusa estampada con motivos egipcios. Reconocí la esfinge y la máscara de Tutankamon. Su falda de corte sencillo por encima de la rodilla,  al estar sentada con las piernas cruzadas, realzaba su insinuante figura. Me senté a su lado, saqué un cigarrillo, lo encendí y aspiré una gran bocanada de humo, dejándolo luego escapar entre los dientes con un relajado suspiro, y mirándola a los ojos dije:


-Siento mucho el retraso, pero tenía algo entre manos  que no podía dejar.
- No tiene importancia, espero que lo haya resuelto satisfactoriamente.
- Sí, creo que sí.
  -Quiero que sepa que es para mí un honor conocerle. Sus logros en el oriente próximo, son muy famosos. Para muchos de nosotros es usted una leyenda. Quiero que sepa que es usted un símbolo de rebeldía y de libertad. Me conmueve y me honra trabajar con usted.
- Me alegra mucho saberlo. Bien, por qué no me explica el plan, Yazmina.
 -Tony, lo primero que debe saber es que soy coronel del Mossad israelí.
- ¡Coño! Carter me dijo que…
-Carter es un mentiroso compulsivo. Escuche, la idea es trabajar juntos, de igual a igual. Mi gobierno quiere capturar a Johaan Van Graajal, alias Octavio Caraguapa. Igual como hicimos con Eichman, y luego llevarle a Israel para juzgarle por sus crímenes.
-Humm, y ¿por qué?
-¿Como que porqué?…Van Graajal es un ex nazi, y participó en el crash de Lemahn Brothers.
-Ah, si…ejem…menuda historia, ¿verdad?-dije yo.
-Empezaremos a buscarlo juntos, usted recupera la información que necesita para encontrar lo que Carter quiere que encuentre, y yo me llevo a Van Graajal a Tel aviv. ¿Quiere que le guarde el abono anual para ver las corridas de José Tomás? En la embajada de Israel estará más seguro, mientras no encontremos a  Octavio Caraguapa.
-No puedo hacer eso. Es un abono para ver a José Tomás. No puedo dejarlo con cualquiera. No se tome ese “cualquiera” como algo personal. No se vaya a pensar que me creo todas las cosas que se dicen de los judíos y su odio a las corridas, no, que va. Pero prefiero guardarlo yo. Bueno, Yazmina, después de conocer que Van Graajal es un ex nazi, propongo que empecemos por la embajada alemana.
-Como quiera, yo empezaré a trabajar por mi cuenta. Seguiré otra pista.
-Es una lástima, que no quiera acompañarme ¿porqué no viene conmigo?
-Muy amable pero preferiría no pisar la embajada alemana.
-Escuche no sea ridícula ya no hay nazis allí.
-No, gracias, mejor que no. Nos vemos a las 10 de la noche, ¿vale?
-Como quiera. Hasta luego.

Cogí un taxi, y después de atravesar el caos circulatorio de la ciudad, llegué a la embajada de la republica federal de Alemania.

-Buenos días-dije amablemente al funcionario que se encontraba tras un enorme mostrador.
-Buenos días, ¡en que puedo ayudarle’
-Mire usted, ¿sería posible, si es que existe, consultar un fichero con los nombres y direcciones de todos los ex nazis que viven en Egipto? 

El funcionario me fulminó con la mirada. Comprendí que la pregunta no le había hecho ni pizca de gracia.

-Seguro que hay-proseguí yo- alguna sociedad de ex nazis, o club, o asociación, o…¿un gremio de nazis, quizás?
-Señor, Alemania es una democracia, así que en ningún caso la embajada alemana puede saber donde se encuentran los ex nazi-contestó el funcionario, con un gesto que denotaba cierto enfado, y tensión-.
-Si, pero entre  alemanes os contáis cosas, ¿no?…
-Señor, no todos los alemanes somos nazis.
-Si, ya. Conozco esa teoría.
-Temo que debo pedirle que se marche, señor-me dijo haciendo el ademán de llamar a seguridad-.
-Muy bien…muy bien. Auf Widersehen.


Mi primera tentativa de obtener información sobre Octavio Caraguapa había fracasado. Necesito una copa- pensé para mí-. Normalmente cuando algo me sale mal, suelo buscar un garito para tomar algo. Vi uno al otro lado de la calle, y entré. Allí estaba manteniendo esta conversación con dos preciosas chicas autóctonas:

 -¿Sabeis que Cataluña es el país de la crema catalana?  ¿como se dice crema catalana en árabe?
-Jajaja, no lo sabemos,,jaja-me dijeron aquellas dos preciosidades de ojos azabache-.

 Cuando vi entrar a Yazmina…

-Va todo bien, ¡ha averiguado algo’- me preguntó ella-.
-Muy bien. Y usted… ¿ha hecho algún progreso?-contesté yo.
-Por mi parte, yo creo que he hecho un buen trabajo. La C.I.A está en contacto con Van Graajal. Su agente en Alejandría es Bill Tremían-me dijo-.
 -Bien…bravo. Estoy impresionado. Hemos llegado a las mismas conclusiones. Con una pequeña ventaja para mí. Que Bill, es amigo mío… Salud-dije levantando mi copa.
-Pues vamos a verle-replicó ella.

Llegamos a la oficina de Bill Tremain cuando el sol se ponía sobre la ciudad. Bajamos del coche, y no pude dejar de plantarme sobre la acera para admirar aquel atardecer. La luz del sol de Alejandría es especial, le da a los edificios un aspecto mágico y romántico. Luego, Yazmina me llamó a la atención (ella no es tan romántica como yo), y entramos en el edificio.  


-Ahí, mi viejo amigo Tony. Sabía que vendrías -dijo Bill al verme-.
-Bill…
-Como lo haces- me interrumpió, mientras desnudaba con la mirada a Yazmina- siempre vas acompañado de las chicas más hermosas. Siempre estas cobijando bajo tus alas a cualquier polluela,,jaja
-Jaja, el Bill de siempre…
-Bien, venid conmigo – dijo haciendo un gesto con la mano-, ah, Gwendoline –añadió, llamando a su secretaria- tráeme el dossier Numero 67, y ponte faldas más cortas,  me ponen cachondo,,jajaja.

Bill no había cambiado nada, seguía siendo tan cabrón con las mujeres como siempre. Entramos en el despacho de estilo tejano (Sé que era de estilo tejano por los dos enormes cuernos de búfalo, que colgaban de una de las paredes), y nos sentamos.

-Bill, buscamos a Johaan Van Graajal, alias Octavio Caraguapa- dije sin perder el tiempo.
 -Ya sabéis que Egipto es un país misterioso y especial. La gente nunca está donde se espera que esté.
-Pero ha pasado los últimos años aquí... algún rastro habrá dejado.
-Pudiera ser, puede que …
-¿Puede que qué?-preguntó Yazmina.
-Su hijo Borja… vive aquí, en Alejandría-dijo Bill-, me  parece recordar que vivía en una comuna hippie.
-¿Dónde? –pregunté yo sorprendido.
 -En una comuna hippie- contestó él.
-Madre mía, esas comunas son peligrosas-murmullé yo.
-¡Espera! -exclamó Bill-, creo que tengo una fotografía. Mira este es Borja van Graajal-me dijo mostrándome la foto.
-Vaya greñas, ¿no? Con estas melenas parece una chica. ¡Qué extraño! ¿Sabes lo que pretende con esta facha?
-Ni puta idea –contestó Bill.
-Creo que es una forma de protestar. Quieren cambiar el mundo –dijo Yazmina.
-Jajaja, ¿cambiar el mundo?,,jajaja que idea más tonta, el mundo está bien. ¿Por qué cambiarlo? -Añadí yo.
-Por ejemplo, porque prefieren hacer el amor en vez de la guerra –replicó Yazmina.
-Yo siempre he hecho ambas cosas y hasta ahora no he tenido ninguna queja,,jajaja...

Me di cuenta que a Yazmina no le hizo gracia mi último chiste.

-¿Vamos Yazmina, no tiene sentido del humor?-pregunté al ver su cara agriada. Todo el mundo hablando del sentido del humor judío, pues no es nada divertido vuestro sentido del humor-añadí.
-Pues no, la verdad no es nada divertido-contestó ella cabreada.

Haciendo caso omiso de su observación, miré a Bill y dije:

-Sabes dónde está esa comuna hippie?
-Sí, creo que está en la playa, cerca de los muelles de la Egipcian transcompany.
Gracias Bill, te debo una…
-Me debes más de una, viejo amigo,,jajaja
-vamos Yazmina, tenemos trabajo-dije cogiendo su brazo para guiarla a la salida.

Ya fuera del edificio, vi como Yazmina me observaba atentamente. Mi rostro serio y preocupado la tenía desconcertada. Entonces me dijo:

-Tony, que le ocurre, en que piensa?

-Yazmina-dije yo- ¿sabes que cuando Cristóbal Colon descubrió América, surgieron una serie de misterios que dejaron perplejos a los eruditos europeos? Hay que mirar a la Historia para entender el mundo y a las personas, Yazmina.
Mira, existían dos continentes completamente aislados entre sí, y que sin embargo desarrollaron simultáneamente culturas similares. Por ejemplo, ¿sabes que los mayas medían el tiempo basándose en el mismo principio que el calendario gregoriano europeo? Usaban los mismos signos del zodiaco, el mismo sistema decimal y Matemático. Valoraban la plata y el oro y utilizaban ambos minerales en joyería y para sus trueques. Otro elemento misterioso era la presencia de plátanos, oriundos de Asia y que no pueden cultivarse a partir de semillas, sin embargo Colon vio que también se desarrollaban en el nuevo mundo. Y las pirámides, ¿qué me dices de las pirámides? Las de  México y Egipto fueron construidas basándose en los mismos principios arquitectónicos. Ah, y otra cosa asombrosa: el parecido entre una bruja española y la bruja representada en el nuevo mundo es sorprendente. ¿Pero sabes lo más significativo de todo? La similitud ente las leyendas mayas y aztecas y las de la literatura griega asiria y hebrea que narraban un terrible diluvio. Un diluvio que seguramente destruyó el gran imperio que extendió su civilización a ambos lados del océano atlántico. El filosofo griego platón fue el primero que formulo esta teoría hace mas de 2000 años. Existió una vez otro continente que se llamaba Atlántida, y…

-¡Tony…Basta ya!,- gritó Yazmina, interrumpiéndome con cara de pocos amigos- me gusta todo lo que me dices, yo también soy amante de la mitología y de la historia, y no quisiera parecer maleducada, créeme, -dijo rebajando su tono de voz- pero, ¿donde coño quieres ir a parar?
-Está bien Yazmina, iré directamente al grano: Borja es nuestro continente perdido. Borja es el lazo de unión entre Johaan Van Graajal, alias Octavio Caraguapa, y nosotros.
-Coño Tony, y no era más fácil decirlo como lo acabas de decir ahora?
-Ya me irás conociendo yazmina…soy un romántico, no lo puedo remediar.

(continuará…)

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